Tengo dos hijos, una de 22 meses y otro de 4 años. Soy bióloga, amante del conocimiento y de la ciencia y por ende de la filosofía. Mi batalla personal más importante es el espíritu crítico. Estoy enamorada profundamente de la Evolución biológica. Con estos ingredientes me enfrento a la difícil tarea de criar y educar.
Hoy en día, sumergidos en un mar de información, educar a nuestros hijos se convierte en un verdadero quebradero de cabeza. Y además, ¡todo el mundo opina y parece que nadie se pone de acuerdo! Las indicaciones son muy a menudo contradictorias y el sentimiento de culpa por poder estar haciéndolo mal nos bambolea de un extremo a otro de los estilos de crianza. Familia, prensa, Internet, escuela, médicos, amigos, psicólogos, literatura y todo tipo de supuestos "expertos" son nuestra inspiración y nuestros jueces. Nos sentimos abrumados por tamaña responsabilidad.
No pretendo proponer otra manera de criar, sólo me gustaría analizar algunos aspectos de este "arte" con la lupa del espíritu crítico y la libertad "informada" (lamentablemente, mi maternidad no me deja mucho tiempo para informarme todo lo que desearía).
Antes de nada quería dejar claro qué significa a mi parecer tener espíritu crítico: no te creas nada de lo que te cuenten hasta que no tengas pruebas. No me refiero a los sucesos y anécdotas sobre su vida que la gente te pueda contar. Evidentemente, si alguien te cuenta lo que le ha pasado, no hay razón, a priori, para no creérselo. Cuando hablo de pruebas tampoco me refiero a experiencias propias o de otras personas. El típico "a mí me funciona" no es una prueba de que algo funciona. El cerebro humano está hecho para sobrevivir, no para ver la realidad. Os aconsejo, para entender esto que veáis la serie "Brian Games". En esta serie podréis entender cómo el cerebro nos engaña. El porqué de este engaño sería digno de un post enterito o mejor, un blog entero.
A mí me da la impresión de que España es un país con muy poco espíritu crítico, es decir, la gente se cree todo lo que le cuentan o lo que viven. Esto hace que la gente actúe muchas veces erróneamente en cualquier ámbito de la vida, siguiendo intuiciones, consejos o indicaciones que les han caído del cielo. En otros casos, esto no es muy grave pero... en el caso de la educación, esto puede ser fatal.... o no (como ya comentaré en otra entrada).
Al hablar, la mayoría de la gente (expertos o no) no muestra explícitamente si lo que afirma es una hipótesis o una certeza. ¡Y es exactamente lo que acabo de hacer yo! Muy a menudo, durante una conversación, todos vamos afirmando cosas. El interlocutor asume que esa afirmación es cierta, claro está. Y se la creerá más si el que habla es un "experto". Sin embargo, a lo mejor esa persona simplemente está diciendo lo que piensa, basándose en sus propias observaciones. Dichas observaciones, que pueden corresponder con las nuestras, no tienen por qué ser representativas de la realidad. Esa persona no ha realizado ningún estudio con cientos/miles de individuos para poder saber si es cierto lo que afirma. Como ejercicio de humildad, os propongo que, al hablar vayáis añadiendo un "creo que" de vez en cuando cuando afirméis cosas sobre las cuales no tengáis datos. Por otro lado, es también muy conveniente, al escuchar ir ojo avizor pensando "esto que me dice esta persona es lo que cree o lo sabe con algún tipo de certeza".
El refranero español es una clara muestra de lo equivocados que estamos en este país. "la duda ofende": pues no, la duda no ofende, la duda es necesaria, importante y saludable. Duda de todo lo que te cuenten. "Persona de poca fe": la fe es creerse las cosas sin pruebas lo que resulta muy perjudicial principalmente en el ámbito que nos ocupa.
El espíritu crítico se educa y, en este país, ni nuestros padres, ni nuestros maestros ni nuestros políticos han considerado jamás importante enseñar a la gente a dudar sistemáticamente de lo que nos cuentan. Al contrario, nos han enseñado a creer a pie juntillas lo que nuestros mayores nos enseñaban. ¡Incluso la ciencia se enseña magistralmente, com dogma de fe! Así, en España es de gran importancia el efecto Gurù (la falacia del argumento de autoridad). Una persona, experta o simplemente con pinta de experta dice cosas y todo el mundo se las cree, simplemente porque las dice él. Un ejemplo de esto es el mito de que la vitamina C previene los resfriados. Y en este caso no es muy grave pues la vitamina c en exceso se mea y además mediante estudios científicos no muy complicados se ha podido demostrar que no es cierto que te salve de enfermar. Sin embargo, en el mundo de la crianza, las afirmaciones interesantes, banales o peligrosas que sueltan ciertos gurús, son difíciles de desmontar o demostrar. Los estudios que requerirían son muy complejos por lo que también hay que dudar de ellos.
Creo que el espítiru crítico no es innato. El ser humano no habría sobrevivido si hubiera dudado de lo que decían los mayores o los sabios de la tribu.
Todos hemos de estar siempre al acecho de nuestra tendencia natural a no ser críticos. Os pido pues igualmente que no dudéis en decirme "y esto, ¿de dónde lo sacas?" cada vez que penséis que me he pasado de lista.
Os pongo algunos ejemplos de afirmaciones dudosas:
- a mí me han pegado de pequeño y no me ha pasado nada
- si tus hijos duermen contigo se volverán unos dependientes y unos caprichosos
- si les aplicas el método Estivill a tus hijos serán unos desgraciados, temerosos, inseguros
- chantajear a tus hijos es malo
- "así (cualquier cosa) se ha hecho toda la vida y no ha pasado nada malo"
- halagar a los hijos es malo
- cuanto antes aprenden algo, mejor
- sólo se educa a los niños mediante refuerzo positivo o refuerzo negativo
- usar técnicas conductistas con los niños es nocivo
- los niños sólo aprenden bien aquello que aprenden respondiendo a una necesidad propia
- los niños necesitan que les enseñen para aprender
- los 3 primeros años de un niño son los más importantes
- lo más importante es entender las necesidades del niño y darles respuesta sin demora
- el lado derecho del cerebro es distinto del lado izquierdo
Y no se me ocurren más que es tarde y es hora de irse a dormir... ¿Qué habéis escuchado vosotros que os habéis dicho "y esto ¿de dónde lo saca"?
Criar a mis hijos es una de las actividades que más me ha hecho reflexionar y replantearme mi sistema de creencias y mi visión de la humanidad. Esto mismo les pasó a pensadores como Rousseau o Piaget. ¡Oh, qué osada! ¡Compararme con ellos! ¿Por qué no? Como el objetivo de muchos de nosotros a la hora de educar a nuestros hijos es el de ayudarles a convertirse en buenas personas, me parece que es una buena oportunidad para mejorar nosotros mismo y esto, lectores, es una actividad intelectual propia de los filósofos.
¡Saludando, que es gerundio!
Clara
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